El día del Chacal

Texto publicado en 2011 en un suplemento, lo encontré entre mis textos y quise compartirlo…

Imagen

Hoy no toca hablar de las tres lecturas que hayan marcado mi vida, aunque cada lectura que alguien hace le impacta en menor o mayor medida, no por nada dicen por ahí que somos lo que leemos, o en otro caso, lo que no leemos, aunque no se necesita haber leído una biblioteca completa para ser una persona educada, pienso que los libros sí abren el horizonte y entretienen a quien tiene el gusto por leerlos. Aunque no he leído la biblia, ni a Conan Doyle con su Sherlock Holmes, y me apena decir que tampoco he leído El Quijote, hay un libro que nunca me canso de recomendar, El Chacal, o El Día del Chacal, del escritor Frederick Forsyth, y no es por su aportación a la cultura, ni por su tradición, ni siquiera estoy seguro que sea uno de los clásicos, lo que sí es una traducción y mi gusto por esa novela es por cómo se organiza la trama y la minuciosidad con la que es relatada y compuesta la historia, no deja de impresionarme aún después de la tercera lectura que le he dado. Alguien podría objetar que es un libro extranjero, que las malas traducciones hacen mucho daño al lenguaje, y sí, podrían tener razón, no obstante un buen libro aunque sea una mala traducción destaca. Forsyth fue periodista de ahí que los hechos que maneja se relatan con frialdad de una realidad simulada, aunque al paso de las páginas no dejo de pensar que en lugar de leer una novela parecería que leo una crónica periodística, vista desde varios ángulos. La novela en sí es impecable de principio a fin, trata sobre un atentado al general de Gaulle, presidente de Francia en la época de los 60´s, el autor trabajó para la agencia Reuter, y en aquel tiempo cubrió los viajes del mandatario francés, por lo que deja la sensación y la idea de que la novela pudo ser verdad, o de si el autor mezcló hechos reales con ficción. Tal es mi recomendación, aunque como siempre digo, cualquier cosa que se lee, si se lee por gusto es buena lectura, y aprovecho también el espacio para desear a todos los lectores del suplemento Palabra y Periodico El Vigía unas felices fiestas. Jorge Martínez, invierno de 2011.

Deja un comentario