personal

Araña

Siempre que se me acaban los temas para escribir, echo mano de mis hermanos, de los que guardo miles de anécdotas, algunas buenas, otras no tanto

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Llegó a casa hace hace 28 años exactamente a la 1:30 de la tarde, yo estaba acostado, cuando lo trajeron.

Todo el tiempo que pasan cosas importantes recibo la noticia acostado, será porque paso mucho tiempo acostado, dormido o leyendo, bueno y ya desde la tierna edad de 6 años dibujaba en la cama, hasta que me compré una mesa, y ahora un restirador que rara vez uso.

Fue todo un acontecimiento la llegada del bebé, como pasa en esos casos desfila la familia para verlo, y vino una tía a pasar días para cuidar al nene.

Era un niño ruidoso, que si no estaba riendo estaba llorando porque alguno de sus hermanos le hizo algo, una mueca, o una broma, así, desde mucho antes del año en que aprendió a caminar dio guerra, a los tres años aprendió a andar en bici y a patear un balón, una pena que a pesar de estar en kinder privado no aprendió a leer y escribir bien hasta la primaria, pero sabía muchas palabras en inglés y en español. Desde niño fue bueno para los idiomas, malo para los números, regular para las letras. Pero excelente para el futbol.

Esa tarde de 1986, año del mundial en México, hacía calor y tampoco hubo clases, era una ventaja haber nacido en día feriado porque 10 años seguidos tuvo fiesta de cumpleaños, y creo que año tras año lloró cuando lo embarramos en el pastel.

Con la cara roja de llorar el bebillo nuevo estaba ahí en la cama, siempre le hicimos la broma que llegó envuelto en periódico. Pero no es verdad, ahora lo aclaro.

Y así creció con balón en mano, se apropió de las risas de la casa, Chencho (nuestro Padre) le llamo “la bala”, de Juana fue el consentido, nosotros en clave le pusimos “El Tonka”, yo siempre le digo “Araña”, porque había que bajarlo de bardas, techos, armarios, mesas y muebles; aprendió a vivir en la calle y a patalear todos los días cuando lo arrastrábamos para meterlo a dormir.

Que más puedo decir del famoso ´Chalito´, que todavía la semana pasada caminando por la calle el “Ravel”me preguntó por el juanillo, y así seguido me preguntan por él y eso que ya existe facebook.

Pero hoy solo quiero desearle lo mejor en su cumpleaños, que no deje de perseguir su sueño, yo espero un día abrir el portal de noticias y ver que el nuevo entrenador del Bénfica, el Nápoles, incluso el Madrid o el Barcelona sea Juan Carlos Martínez. Es bueno que sepa que nada de eso es magia ni casualidad simplemente es un camino que hay que recorrer.

Y así, se quejó alguna vez porque no lo he dibujado, pero rescaté hace semanas una de mis primeras viejas pinturas al óleo, entre un montón de papeles viejos y húmedos.

Aquí se los dejo.

Foto: "Oleo de niño con uniforme" Jomagú 1989

Pintura a préstamo

De Jomagú – Pintura

Varias veces lo he hecho, dejar una pintura en casa de alguien por un tiempo, a primer vista dicen que no les gusta, que no la entienden o no la quieren. Aún así se la quedan.
Pero una tarde de pronto al verla de reojo, surge un detalle, un color interpuesto en otro o una intersección que aclara dudas acerca de la imagen. Y la composición se empieza a hacer comprensible.
Y así cada día la pintura va dialogando con quien la observa, le traslada estados de ánimo, le muestra formas nuevas cada vez. Cosas que antes no estaban.
Es cuando se empieza a entender lo que el autor de la misma quiso decir, o a comprender lo que la pieza le dice a cada quien.
He recibido llamadas en plena madrugada de amigos que llegaron a su casa y, ya sea por algún tipo de luz, o algún otro motivo entendieron el sentido de la obra, que curiosamente a veces es distinto de lo que quise decir, o van bien encaminados en su descifre.
Me ha tocado, casi todas las veces, que al ir a recoger una pintura prestada, la ven irse con tristeza y de pronto se le extraña en esa pared.
Porque una pintura tiene algo, puede ser solo químicos sintéticos esparcidos en un lienzo y no sirvan para nada más, tal vez sólo una mínima parte de ella te diga algo y lo demás es inentendible, pero ya es suficiente. Mi momento es cuando se resisten a dejarla ir.
Y me da gusto eso, porque cuando alguien comprende el sentido completo de la obra, ya es suya, y termino por regalársela.

Como explicar lo inexplicable, como entender lo inentendible, como llega uno a un lugar en el que todo es desconocido, donde hay cosas que de tan maravillosas deslumbran y dan miedo. Que de tan palpables duelen.

Como regresar al punto anterior, o pasar las páginas de un capítulo que no se ha puesto en palabras. Como leer lo que aún no está escrito.

Habrá alguien que lo sepa, y si lo hay que no lo calle. Y si lo dice podamos entender.

-jmg, marzo, 2009.

DE ESCALERITA…

El mundo es como es y uno es lo que es…
 
Desde mi época de escolar, me gané varias reprensiones por parte de los maestros por hacer la tarea de escalerita. Nunca aprendí a no hacerlo.

Aunque es un consuelo saber que de todo de lo que uno cuida en su existir de ninguna manera está excento a que le suceda, y teniendo en cuenta que no se es invulnerable a que le pasen "cosas de la vida", no puedo menos que sentir respeto por ese destino en el que jamás creí.

No trato de justificar ni nada, es sólo que he tenido poco tiempo para asimilar todo lo que se me ha venido encima en este año, bueno, aclaro, no se me vino encima yo me lo eché encima; fue por voluntad propia, mía de mi dominio y posesión, y no me quejaré de ello, al contrario lo celebro.

Este año, tal vez el más corto de mi existencia,  me casé, tuve una larga luna de miel de la que con resaca navidadeña, estoy despertando, y aún al estarme quitando la cobija, me avisa Lorena, mi esposa, que vamos a ser papás; ¿qué sentiste cuando te avisaron? me preguntaron casi al unísono el Dandy y el Tito, (Padres veteranos de un par de hijos cada uno, con fábrica cerrada y menores que yo por cierto), Nada, les contesto sin pensarlo, ¿qué se tiene que sentir? pregunto, y se miran el uno al otro y no me saben responder, aunque estan de acuerdo en que es lo "máximo", yo, no estoy tan seguro, ya veré, hay mucho tiempo por delante.
 
Cuando en la escuela, allá por primero y segundo de primaria, la maestra Juanita, me dejaba planas y planas de letras y palabras, repetir y repetir como maquinitas igual que en el catecismo, empezaba con la letra A, en un renglón y otra A en otro renglón, y asi me seguía después con le E, y hacia abajo en lugar de hacia enfrente, al otro día la profe me miraba, ¿lo hiciste de escalerita verdad? preguntaba, y como en aquel tiempo todavía no sabía aun mentir contestaba moviendo la cabeza afirmativamente, con infnita paciencia, cosa que les faltaba a mis catequistas, me decía, la tarea no se hace de escalerita, y ahi voy otra vez a hacer la plana, esta vez hacia enfrente, A-E-I-O-U, y así pasé los años y cada vez que pude hice las cosas de escalerita.

Este año, siento hice muchas de las cosas que la "gente normal" tiene que hacer, hacer filas en los mercados, pagar mis servicios públicos a tiempo, sacar basuras, arreglar cosas domésticas, y lavar platos a horas especificadas, jalarle la palanca al baño, eso si, dormí como nunca había tenido tiempo de hacerlo, descansé, viajé, hice este año que agoniza muchas cosas, ¡Y todas de escalerita!, y sin nadie que me dijera absolutamente nada, hice de todo, eso si, nada que a Lorena le pareciera mal, que son pocas cosas, muy pocas.

Nunca entendí porque NO se tienen que hacer las cosas de escalerita, el resultado es el mismo y de la otra manera más rápida asi te queda tiempo para descansar un poco más o hacer otra cosa.

Así que, ¿porqué quejarme del 2008?.

ANTICIPANDO

Soñando mañana hoy

Hay días en la vida que la dividen entre un antes y un después, hoy viernes 14 de diciembre, es uno de ellos. Son instantes en que decides que harás por muchos años adelante.

Sucede por desgracia con regularidad, que los eventos decisivos sean negativos; un accidente, una pérdida dolorosa, aunque otras no, una inusitada abundancia, o la esperanza de saber que algo nocivo que sabías con certeza sucedería, no acontece, en mi caso fueron una serie de eventos, algunos poco trascendentes, que acomodados de manera sucesiva, desde la llamada de don Cuco a las ocho y diez de la mañana (número equivocado) hasta la falla de mi carro, me abrieron los ojos.

Mañana podré hablar de ayer, y puede que, como muchas otras veces, habré tomado opciones equivocadas, pero también sabré que fueron mis decisiones, que nadie me forzó a hacer nada, ni las circunstancias me presionaron tanto que no tuve alternativa, podré diré que tuve opciones. Y elegí.

Hoy, las personas claves de mi vida estuvieron presentes, algunas por mail,  teléfono, mensajero y en persona; moldeando sin saberlo mi decisión, este día es un ejemplo de lo que es mi vida, hasta la música de fondo (Silvio Rodríguez y Andrés Calamaro) ha servido a ese fin. Hoy es cuando lo que he venido pensando hace meses, incluso años, está claro.

La mayoría de la gente reconoce estos días mucho tiempo después, y se lamenta, no sabiendo que siempre hay forma de rectificar, los errores se pueden resarcir, y los aciertos valorar, y hasta celebrar. Hoy festejo.

Tengo la ventaja que sé apreciar y distinguir esos días clave. Hay veces en que puedo anticiparme otras eludirlos o hasta retrasarlos.

Puedo sentirme satisfecho, porque los pasos que he de dar los próximos meses los decidí hacer hoy.

 

ELLA

 

No puedo decir cómo la conocí, sólo llegó.

De pronto un día estuvo, entre seria y alegre, sencilla pero a la vez compleja.Viva.

Creería que apareció cerca de un pino, entre la niebla, a unos metros del mar;. fue en abril o mayo, verano u otoño, un ´L´unes o un martes. La verdad es que no lo sé.

Dice que me quiere comprar, no creo valer tanto que ella no pueda pagarme.

Aunque aún existen muchas cosas que no puedo comprender, pienso que a veces es mejor tener las preguntas que las respuestas. Confío.

Me gusta su olor, su color, sus besos, su sonrisa. En pocas palabras puedo decir que la quiero, y si se fuera en mi, de nuevo habría dolor, la herida sangraría otra vez, pero sé que no se irá, por lo menos no en un tiempo, ójalá y sea mucho.

Un día se sentó cerca y hablamos, creo fui, un poco forzado y desconfiado al principio, pero poco a poco me hizo expresarme, y nos entendimos. Otro día le invite un trago, quemé ese día unos contenedores de basura con recuerdos, manejé hasta ese parque y enfrente la encontré, en una calle nueva y solitaria.

No llegó de golpe como otras, llegó despacio, casi de puntitas, encontró la puerta entreabierta y silenciosa entró. No hizo fiesta ni escándalo, sólo se sentó en la orilla de un sillón y esperó. No encendió la tv, ni la chimenea, no husmeó el refrigerador, no preparó café, no durmió ni se bañó desnuda; no hizo nada de eso que hacen las mujeres, entro a la oscuridad de mi alma, lo justo para no hacerse notar y esperó sonriendo para si.

Soportó tranquila todos mis "YO", caminó a mi lado sin hablar, y al final, llegado el momento simplemente dijo SI.

No me presiona, ni me apresura ni me detiene, sabe estar, me deja pasar y me deja ser, aprovecha mi ánimo, y contra todo sabe estar, ser mujer, asi es  Ella. No aparenta ser quien no es, me miente para divertirnos, a veces imita; jugamos, escucha atenta mis historias, le gusta y le divierte su trabajo se interesa en lo que hago y me atrae lo que lee.

Todo parece fácil otra vez, todo parece ser como si siempre hubiera sido asi.

Asi sea.

QUIEN SOY

 
Me llamo Jorge Martínez, nací en un pueblo de el estado Zacatecas, México, en septiembre de 1974. He vivido la mayor parte de mi vida en Ensenada, Baja California.
 
En 1998 me gradué de la licenciatura en Ciencias Computacionales de la Universidad Autónoma de Baja California.
 
Me considero un tipo normal, que puede aprender casi cualquier cosa que se proponga, como todos, cometo errores, cada vez menos pero más serios.
 
Trabajé por más de 10 años como dibujante y diseñador, luego como asesor en publicidad. En estos días trabajo como co-editor de noticias generales, deportes los viernes, espectáculos los domingos, me publican a veces caricaturas y a veces tambien escribo una columna, nada serio.
 
Uno de mis sueños es estudiar arquitectura, ójala y no quede solo en eso.
 
Me gustan muchas cosas que no vale la pena mencionar aquí, pero quiero resaltar que me repugna la violencia a los animales, aunque me dan pavor los los tiburones y los perros y no me gustan las mascotas. Con los escualos no hay problema porque no sé nadar. Me mantengo a distancia prudente del mar, con los caninos… la sobrellevo.
 
Me gustan las plantas, las que no hay que regar todos los días. Tuve una vez una planta de hiedra que enronchaba a medio mundo y por alguna razón a mi no me hacia nada, la traje desde un cerro donde hoy es una zona habitacional donde vive uno de mis hermanos; la cuidaba y estaba creciendo hasta que mi mama la tiró a la basura.
 
Dos de mis abuelos viven, mis padres viven, tengo muchos familiares, tíos, primos, tres hermanos, cuñadas, casi cuñadas y ex cuñadas, dos bonitos sobrinos, niña y niño, tres hermanas postizas, algunos amigos y amigas, y ex novias también.
 
Mi único vicio es leer y aprender. Espero vivir muchos años y seguir conociéndome, estoy dándome cuenta que la vida es vivir y querer estar.
 
Me gusta saber qué piensa la gente que me rodea y quienes me conocen aunque jamás me hayan visto. Soy una persona accesible aunque a veces parezca evasivo, apático o solitario, en realidad hay mucha gente a mi alrededor, más de la que quisiera en realidad.
 
No he vuelto a mi pueblo natal, y espero regresar en los próximos meses, tengo allá parientes que conocer.
 
Sigo pensando que los cambios son lo mejor que puede haber, quedarse donde mismo es empezar a morir. Sé que no merecía el premio de vida que me toco vivir y estoy agradecido por ello.
 
Ahora, lo único que me intriga es ¿quién eres tu? y ¿porqué estas aqui?, dime.
 

PI

Buscar que mi prisión se haga más grande
 
Ya sé, ya sé, el texto de la semana pasada estuvo medio desgarrador, hubo quien lo calificó de dramático, "bordeando lo suicida", pero bueno alguna vez los serios y callados podemos jugar bromitas, y hasta de mal gusto. O sufrir recaídas depresivas.
 
Y hablando de excesos e ingenuidades del "hago lo que quiero" y del "no me importa lo que digan", pienso que si, pongo más énfasis en hacer aquello en lo que mi cadena está más gruesa, ¿cual libertad?, trato de hacer lo que se me da más fácil, soy libre dentro de mi prisión, estoy encadenado pero a mis grilletes los llamo libertad, así o más triste.
Puedo creer y creo que todo son sólo aproximaciones, nada es real pero tampoco nada es irreal. Así como "pi" es un número infinito, todo depende de como lo veamos, por ejemplo, para mí es 3.1415927, hay quienes lo conocen con doce o veinte decimales, mil; para otros es 3.14, o 3.1416, y los hay también quienes ni idea de qué es "pi".
Podría asegurar que quienes no conocen este número ni lo han oido nombrar son quienes viven en la pura realidad o en la más pura fantasía o irrealidad, podría también en este momento bautizar a este número trascendental, como el coeficiente de percepción de realidad e irrealidad de cada quien.
De un modo u otro, entre la realidad y la irrealidad, es donde vivimos algunos "privilegiados". Me gusta a veces hablar de privilegios, del porqué a algunas personas se les trata de diferente manera y es por eso, por los privilegios, el nivel de ingenuidad, percepción y originalidad de cada cual.
De lo irracional de "pi" se deduce que entre lo palpable y frio y lo imaginario más frío aún, puede encontrarse una línea divisoria entre lo subterráneo y lo iluminado; y construir ahi un espacio cálido, delimitado por nuestra propia percepción.
Y aduciendo que mi mundo no es falso, puede no ser por completo real, ni marginal, ni siquiera radical. Mi espacio vital es de lo más común. Porque de la realidad es donde surgen los monstruos, mis monstruos, que proceden de la autoridad impuesta, de las reglas escritas y estrictas, ya sean sociales, religiosas, politicas y hasta filosóficas.
Cómo negarnos a lo que vemos todos los dias, a lo que nos molesta, lo que nos duele, y la respuesta podría estar en "pi".
 

RECUERDOS

Hoy me levanté a las cuatro de la mañana, bueno, cuatro y quince para ser exacto, tratando de dar forma a una idea para una de mis pinturas, pero sólo quedó en eso, otro concepto incompleto.
Quise después, en vano, escribir algo, más la idea central no fue clara tampoco. Frustración completa.
Y es que esa hora es ideal para muchas cosas, pensar por ejemplo, hablar con alguien en voz muy baja, no hay ruidos de vecinos, no suena el teléfono, nadie toca a la puerta, ni el del centro de rehabilitación, ni el señor que vende  nopales, ni se escucha llegar la moto del cartero. Es el momento perfecto.
Es la hora del silencio grato, justo antes de las cinco de la mañana, cuando apareció ese recuerdo sin buscarlo. Recurrí a un cuaderno viejo, donde a veces pongo mis ideas y ahi estaba el dibujo, o esos bocetos más bien, del retrato de una vieja amiga, Brenda, la veo y pienso en como ha pasado el tiempo. Me trajo recuerdos lejanos, precisamente hoy que festejamos los casi 10 años de la graduación de la universidad. Todo esto me vino a recordar que el tiempo transcurre. Como decía Don Henry: Ya pasó un día más.
Alguien me dijo que cuando no supiera que escribir, ni que decir, escribiera sobre ello y eso trato.
Luego, tratando volver a dormir antes que concluyera esa grata quietud nocturna, archivado el recuerdo y antes que el monstruo de la movilidad citadina diera su primer rugido, cerca de las seis de la mañana me vino a la mente el pensamiento de un poeta que dice: Venda su astucia y compre perplejidad, ese dibujo me dió eso, me recordó con claridad lo que uno de mis cuadros me explica, esa Granda Seca(1) es justo eso, aunque casi nadie más lo entienda o lo interpreten de otras maneras. Una naturaleza muerta.
El tiempo que hermosamente nos dibuja día con dia, con silencio o escándalo, transcurre inmutable y nos da lecciones duras, otras nos enseña sin dolor, hasta con placer con una imagen lejana e insesperada.
Pienso en cómo se va perdiendo la capacidad de asombro y los días se parecen unos a otros no sabes si es sábado o viernes si amanece lunes o te acuestas miércoles.
Sin embargo, hoy es hoy, respiro el fresco de la mañana y puedo saber que el cuadro de mi existencia está casi completo. Solo faltaría pintarlo. 

(1) Granada Seca – Naturaleza muerta

BACHE

Llegan los vientos de cambio
Desde hace tiempo vengo arrastrando una racha de mala onda, más o menos desde finales de 2004, tuve en ese tiempo un bache emocional de buena profundidad, que digo bache, ese fue un cráter.

Por fortuna las rachas terminan, y al mirar atrás veo apesar de todo, un panorama amplio lo que me hace pensar que voy subiendo en lugar de descender.

Quienes me conocen, saben que aunque traté de evitar hacerme el herido, acutué desentendido, ocupado, interesado y metido en mis asuntos, creo no lo logré del todo, en fin.

Ya es agosto otra vez, el mes de los cambios, y aunque no me había querido dar cuenta las cosas no pueden ser igual, los días anteriores ya no se repiten, pero hay cosas por experimentar, caras por conocer, nueva gente con quien hablar, otros proyectos en los cuales incursionar.

Ignoro el sentido y en que medida las cosas ya han cambiado, ya no pregunto por las mañanas quién soy al espejo del baño (lo tiré a la basura la semana pasada) no soy tampoco consciente de qué magnitud ha sido el movimiento, pero por fuerza algo se me ha movido de lugar y no puedo ser la misma persona de antes.

Briznas de viento se llevan los últimos restos de la tormenta, o del tormento.
Había vivido una vida algo desordenada e inconstante y en cierta manera la sigo viviendo, por un lado descubrí que soy incapaz de dedicarme a una sola actividad por mucho tiempo o hacer tareas repetitivas, y por otra descubrí que nada es tan dificil como parece. Y que las cosas no son como uno las piensa.

Siento es momento de hacer algo nuevo, de cerrar algunas puertas y abrir otras, ahora que estoy a ras de suelo puedo ver el horizonte amplio y un cielo sin nubes. Veo claro.

Ahora las cosas son como son.

Bienvenidos los cambios.